miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Estoy lista para casarme?

Mi novio y yo queremos casarnos. Mis papás no están de acuerdo. Dicen que aún no estoy lo suficientemente madura. ¿Cómo puedo saber si eso es cierto? ¿Cómo saber si realmente me encuentro en condiciones de contraer matrimonio? 

Algunos de los más importantes signos de que ya tienes madurez son los siguientes: 

- Eres capaz de dar y recibir amor. 

- Eres capaz de tener una relación de intimidad, profunda, abierta, comprometida. 

- Sabes cuál es tu vocación y tienes un sentido de vida. 

- Tienes buenos amigos. 

- Tienes una profesión (no necesariamente una carrera universitaria) y la ejerces. 

- Tienes independencia económica (aun si vives con tus padres, deberías tener la posibilidad de, en caso dado, poder mantenerte a ti misma). Por supuesto, la mujer, cuando se casa, tiene el derecho, de acuerdo con su marido, de dedicarse de lleno a su hogar y a sus hijos, sin salir a trabajar fuera. Pero debe tener la capacidad de, en un momento dado, hacerse cargo de o compartir la responsabilidad económica del hogar. 

- Puedes manejar un hogar eficientemente (cocinar, elaborar un menú, lavar, planchar, llevar un presupuesto, hacer la limpieza, etc.). Esto también vale para los hombres. 

- Cuidas de ti misma: salud, nutrición, ambientes donde te desenvuelves… 

- Estás en paz contigo misma y con los demás. 

- Puedes cambiar de opinión —después de reflexionar y escuchar a los demás —, admitir que te equivocaste y pedir perdón cuando sea necesario. 

- Disfrutas de la soledad. 

- Te relacionas con las personas en forma desenvuelta y segura. 

- Reconoces tus emociones y las expresas en forma adecuada. 

- Defiendes tus derechos en forma firme y respetuosa. Sabes decir no. 

- Tu vida interior —de oración, de relación con Dios— es importante. 

- Disfrutas la vida. 

Hay que entender que la madurez es un proceso. Tal vez —seguramente— no tienes la máxima calificación en cada uno de estos puntos —si es que se pudieran realmente calificar—. Lo que importa es que tengas una madurez básica suficiente que te permita vivir con plenitud y, en la situación que planteas, tener los fundamentos necesarios para hacer un buen matrimonio. Piensa y analiza cada uno de estos puntos, escucha lo que tus seres queridos tienen que decirte y llega a tu propia conclusión. Finalmente, la decisión y la responsabilidad son tuyas. 


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